La maestra jardinera, maestra para toda la vida
En este día de la maestra jardinera quisimos escribir un artículo hablando especialmente de ellas.
¿A quién no le pasó como padres, en ese primer día de clases, de estar más pendiente de la nueva maestra, aquella que cuidará y acompañará a nuestro hijo durante un tiempo muy especial, que de los compañeros, padres o estilo de la salita?
La maestra es la que más queremos conocer ¿será buena?,¿ lo tratará con cariño? si llora, ¿será de las que le hacen upa?, ¿sabrá si está triste, si me extraña?, ¿me avisará?. Éstas y tantas otras dudas nos invaden en una etapa donde pareciera ser la maestra la que determina, entre tantas otras cosas, lo que ocurre o deja de ocurrir dentro de una salita.
Y la realidad es que hay mucho de cierto en todo esto, y es que la maestra jardinera, aunque de grandes muchos no la recordemos con claridad, es quien comparte muchas horas en una etapa fundamental y única de nuestras vidas. Sabemos que su labor y dedicación diaria va más allá de sus enseñanzas.
La maestra jardinera es guía, sostén, son esos brazos que abrazan cuando nuestros hijos lloran por algún golpe o empujón, son esas sonrisas y canciones que limpian lágrimas. Ellas son quienes aprenden a conocer a nuestros hijos en una edad donde, a veces, no han logrado comunicarse con claridad. Son quienes crean espacios únicos dentro y fuera de la salita, dando seguridad, ternura y cercanía.
Ellas son guías en el desarrollo de nuestros niños, ayudándolos a socializar en una edad donde todo es un desafío, siendo pacientes y brindándoles herramientas para que aprendan, de a poquito, a convivir y respetar a los demás. Es junto a ellas que aprenden grandes valores, como el amor a Jesús y María, el respeto por nuestra patria y por los que nos rodean.
Las maestras jardineras son de corazones amplios y su labor excede a la salita.
Son ellas quienes entienden y comparten la infancia con cada uno de nuestros hijos, con todos sus aciertos y errores, procurando ante todo cuidar y velar por una etapa que no vuelve que es única e irrepetible. Son una pieza clave en el desarrollo integral.
Son ellas la extensión, muchas veces, de los brazos de mamá y papá, que consuelan, animan, acompañan y guían en una etapa fundamental, porque en esas primeras experiencias es donde se va forjando la personalidad de nuestros niños.
Hoy queremos homenajear a todas las nuestras maestras jardineras, una vocación indispensable y valiosa que trabaja y acompaña a nuestros niños de hoy, dejando huellas en nuestros jóvenes del mañana.
Gracias Manu Caminal por ayudarnos a reflexionar sobre el valor tan importante de nuestras maestras jardines.
Les dejamos un video de la vida de uno de nuestros jardines.
Gracias a cada una de nuestras maestras jardineras por hacerlo posible.