¿Cuáles son las ventajas de la disciplina positiva? ¿Por qué es una gran herramienta para implementar en casa?

La disciplina positiva viene a responder un interrogante central en nuestras vidas. ¿Qué es lo que necesitamos todas las personas para sentirnos bien?

Es justamente ese el punto de partida y lo que da sentido al modo de enfocar la crianza y la educación de la disciplina positiva.

En esta era que se ha facilitado el acceso a la información global, sufrimos a diario un bombardeo masivo pero personal que impacta de lleno sobre la salud mental de tanto de adultos, como de niños.

Uno de los conceptos que más resuena en los medios y las redes es el de RESPETO, pero muchas veces mal entendido y, sobre todo, en relación a la crianza.

Esto trae consecuencias preocupantes y hace que la crianza oscile entre dos estilos que predominan: desde un permisivismo extremo a una sobreprotección desmedida.

Tomando los puntos más salientes sobre los que se basa la disciplina positiva podemos decir que, no sólo en la relación de crianza sino en cualquier otra relación o interacción humana, lo que necesitamos todas las personas para sentirnos bien y desarrollarnos con felicidad son vínculos más humanos, más sanos, basados en el respeto mutuo.

Las 5 ventajas de la Disciplina Positiva que podemos reconocer en su implementación en temas de crianza son:

  1. Aprender a disfrutar de los desafíos cotidianos: a partir de las oportunidades que se presentan en el día a día, educar a nuestros hijos en las habilidades que queremos que desarrollen a futuro. Si queremos que nuestros hijos sean alegres: ¿aprovechamos las situaciones cotidianas para enseñarles alegría?
  2. Establecer límites con amabilidad y firmeza: la crianza respetuosa propone límites razonables, no punitivos, normas con sentido, viables según el momento madurativo de los niños, a partir de relaciones empáticas y democráticas.
  3. Dar oportunidades de aprender haciendo: los niños necesitan espacios para explorar, equivocarse, elegir opciones. Conociendo las posibilidades que los niños tienen a cada edad, lo padres debemos dar oportunidades de que “hagan a su manera” para tener un aprendizaje experiencial. No seamos padres proveedores de soluciones a temas que nuestros hijos pueden resolver solos.
  4. Ser conscientes del impacto que tienen el lenguaje gestual y verbal en nuestras relaciones: utilizar preguntas en lugar de ordenar, motivar con frases alentadoras y utilizar preguntas abiertas para iniciar una conversación, son algunas de las estrategias que nos enseña la disciplina positiva para fomentar relaciones de respeto mutuo.
  5. Aprender a no tomar de forma personal el comportamiento de nuestros hijos: aunque es difícil en un primer momento, es importante saber que el “mal comportamiento” de un niño es casi siempre una respuesta primitiva a los desafíos de aprendizaje que se le presentan. Conocer lo que se puede esperar en cada edad nos dará noción de que algunos comportamientos son inevitables y temporales.

Límites con amabilidad y firmeza

Vivenciar las ventajas de la disciplina positiva, nos permite como padres, mirar a largo plazo y no agobiarnos con la lucha de poder cotidiana. La paciencia es una aliada indispensable, el que se desborda pierde.

Ventajas de la Disciplina Positiva en la Escuela

Desde 2021, en los Jardines de Apdes hemos ido sumando herramientas de la disciplina positiva para trabajar la competencia emocional en el marco de nuestro proyecto de innovación educativa: Innovate.

El motivo de incorporar este método en la educación en nivel inicial está vinculado con lo que sugieren los estudios y referentes en primera infancia, esto es: los niños aprenden mejor cuando se sienten mejor.

Como nos relata Manuela Caminal – Lic. en Psicología, certificada en disciplina positiva –:

El cerebro del niño es más permeable al aprendizaje cuando tiene sus necesidades básicas cubiertas tanto físicas como psíquicas, cuando se  siente querido y valorado.

La base para el desarrollo de una sana autoestima, se da cuando damos a los niños oportunidades para desarrollar habilidades socioemocionales, para aprender de a poco a controlar  y gestionar mejor su emociones, cuando se encuentran cómodos en un ambiente que promueve la autonomía.

En este sentido, el cambio de paradigma que implica implementar la disciplina positiva en las aulas y pasar de un “adulto controlador” a un “adulto guía”, redunda en una serie de beneficios que impactan favorablemente en el aprendizaje. Por un lado, aumenta la autoestima en los niños y por otro, al sentir pertenencia y conexión se minimizan las conductas disruptivas, generando un ambiente mucho más propicio para el aprendizaje.

Si te interesa saber más sobre este tema, te invitamos a leer el artículo: “Aplicar la disciplina positiva en el Jardín”

 

Daniela Díaz Erbetta, Lic. en Psicopedagogía, certificada en Disciplina Positiva.