Charla: ¿Por qué trabajamos tanto?
El día 23 de junio tuvimos el encuentro virtual “¿Por qué trabajamos tanto?” con Guillermo Fraile, Profesor del IAE Business School, quien nos compartió algunas experiencias y reflexiones sobre los desafíos de la conciliación laboral familiar en la “nueva normalidad”. Compartimos en este artículo un resumen de los principales puntos sobre los que Guillermo nos ayudó a reflexionar.
Para comenzar, un poco de historia a fin de analizar como se fueron construyendo las familias a lo largo del tiempo:
- La sociedad feudal (siglo VI al XV)
- La sociedad moderna (siglo XVI al XX)
- La post modernidad (mayo de 1968)
- La nueva normalidad atravesada por la pandemia (marzo de 2020)
En todos estos procesos, se generan dos comunidades en permanente tensión: una comunidad que crea felicidad y una comunidad que crea riqueza. En esta nueva normalidad atravesada por la pandemia, se vio afectada la interacción y se generó un nuevo modo de relacionarnos en el ambiente familiar, laboral y social. Estas son las grandes amenazas que tenemos hoy en día en nuestra comunidad familiar.
Y para mantener la cultura familiar que queremos construir, los esposos tenemos la misión de construir una identidad familiar y para eso preguntarnos ¿cuál es la interacción que queremos que exista dentro de la vida familiar?
Algunas preguntas
“¿Me conocen por lo que tengo? ¿O por mis vínculos?”
Hoy en día suelen reconocernos por lo que tenemos, por lo que hacemos y no por nuestros vínculos, por lo que somos. Y cuando uno es lo que hace y deja de hacer, deja de SER.
Y es ahí cuando la sociedad te “expulsa” en determinados momentos.
Hay sensación de exceso de trabajo por los cambios en los hábitos de relacionamiento. Seguramente necesitemos trabajar de una manera diferente y la sensación de ¨tironeo¨es constante.
¿Por qué trabajamos tanto? Es una de las preguntas que solemos hacernos:
- ¿Por lograr una posición económica holgada?
- ¿Por qué queremos demostrarnos que podemos ser buenos profesionales?
- ¿Por qué podemos ayudar a los demás a mejorar?
Todos trabajamos por los tres motivos. Y a la familia brindamos cosas que la mejoran y cosas que no la mejoran y es a partir de ahí donde los matrimonios pueden tomar mejores desiciones.
Las cosas que mejoran a la familia son las cosas convenientes y necesarias (ej: ropa, educación, alimentación, etc), las cosas que no unen a la familia, que no la hacen trascender son las cosas superfluas y nocivas.
Hay una pequeña línea entre lo conveniente y superfluo y es ahí donde están constantemente las decisiones conyugales.
Estamos en momentos de volver a reflexionar sobre estos temas. Tenemos que volver a lo esencial, redescubrir lo que es conveniente de lo necesario. ¿Qué cosas son convenientes?
La felicidad debe suceder, cuanto más la buscamos y nos obsesionamos, más la alejamos y lo mismo sucede con el éxito. Una persona realizada es una persona feliz, que no necesita del aplauso, es una persona que sabe lo que ES.
Victor Frankl decía que la mejor forma de conseguir la realización personal es dedicarse a metas desinteresadas.
Las personas realizadas que pasan a ser reconocidas se convierten en modelos (nadie busca ser modelo). Las personas realizadas son emocionalmente mucho más estables que los que buscan la fama.
Tiempo de reflexionar
Estamos en momentos de reflexionar. Pensar en el nuevo modelo de vida, en un mundo cambiante y acelerado: por la forma de educar, por los avances de la tecnología, los nuevos contenidos. Pero la plenitud y realización no cambia.
¿Cómo busco la realización con los vínculos? ¿Sirvo a los demás o me sirvo de los demás?
Es importante conocer nuestros límites, conocer el lugar donde se habita para mantener la armonía de las comunidades. Las comunidades deben tener procesos y orden jerárquico para mantener la armonía familiar.
9 ideas para afrontar este desafío
1. Todo proyecto noble, bajo el prisma de la prudencia, debe ser un proyecto familiar.
2. Reflexionar sobre el verdadero sentido del trabajo, reflexionar sobre el verdadero sentido de los vínculos, sobre el proyecto familiar
3. Formarse más: en la profesión, en la vida familiar y en la vida espiritual
4. Aprender a decir que no: conocer los propios límites
5. Vivir el orden (sus tres dimensiones): razón: lo que debo hacer; afectos: lo que quiero hacer; acción: lo que puedo hacer
6. Foco y concentración: “Haz lo que debes y está en lo que haces”
7. Agendar actividades familiares: “El ajuste siempre viene por casa”
8. Saber explicar en la familia: el porqué de las demandas laborales genuinas
9. Poner los 5 sentidos
- Sentido de Misión: tenemos una misión en esta vida, ser felices y hacer felices a los demás. Separar lo accidental de lo esencial en la vida familiar. Hay valores esenciales.
- Sentido de Responsabilidad: nosotros somos los que vamos a construir el nuevo modo de relacionarnos en nuestra familia. Tomar iniciativa.
- Sentido de Urgencia: Darse un tiempo para reflexionar los nuevos cambios, analizar las cosas de otra manera. Actuar rápido, no esperar, no perder el tiempo en cosas accesorias.
- Sentido Común: sabemos lo que queremos y a donde vamos
- Sentido del Humor: siempre vamos a equivocarnos por eso es bueno tomar las cosas con sentido del humor, alegría, y cuando nos equivocamos volver y revertir.
Muchas gracias Guillermo por ayudarnos a reflexionar sobre este desafío tan importante de la vida familiar.
Podemos conocer más sobre el trabajo del Centro Conciliación, Familia y Empresa del IAE en el siguiente enlace.