Bienvenidos a mi Mundo
En este espacio vamos a compartir algunas reflexiones sobre la relación entre adolescentes, tecnologías y cultura digital, procurando una mirada equilibrada que permita dimensionar posibles riesgos y también las posibilidades que brindan estas tecnologías en el desarrollo de nuestros hijos. Puntualmente nos vamos a referir a las redes sociales y a los videojuegos, que adquirieron una relevancia mayor en el contexto de la pandemia.
Cada vez que una nueva tecnología despierta el interés de los usuarios, quienes generalmente son los más jóvenes, aparecen las luces de alarma: ¿adónde nos llevarán esas tecnologías? ¿se volverán adictivas? ¿qué consecuencias tiene el uso excesivo de esa tecnología en la sociedad? ¿no estábamos mejor antes sin esas tecnologías, entonces, por qué incorporarlas a nuestra vida cotidiana si no le vemos ningún beneficio? Estas preguntas, de manera explícita o implícita, nos las hacemos ante cada innovación social, movidos por la preocupación y la ansiedad que nos genera el desconocimiento de lo que trae aparejado el nuevo escenario digital.
En los últimos años, las redes sociales y los videojuegos son tal vez los fenómenos que más discusión han generado en torno a sus supuestos efectos nocivos sobre niños, niñas y adolescentes. El atractivo que producen las pantallas ha generado preocupación en los adultos, quienes ven a sus hijos enganchados a ellas sin poder salir. El contacto con desconocidos, la violencia y la adicción por la cantidad de horas frente a la pantalla son los temas más recurrentes, y cuanto menos se conoce de estas nuevas formas de entretenimiento y socialización, mayor es la imagen negativa que se tiene de ellos. ¿Qué hay de cierto? ¿Es verdad que los videojuegos vuelven violentos a nuestros hijos? ¿Las redes sociales los hacen menos empáticos? ¿Las pantallas aíslan a nuestros hijos?… son algunos de los interrogantes más comunes.
Desde la investigación podemos decir que las cosas no son tan así como parecen a simple vista. Como sucede con cualquier actividad, naturalmente el exceso nunca es saludable. La mentada “adicción a las tecnologías”, que es muy discutida en el ámbito académico, tiene lugar en situaciones particulares en las cuales los niños, niñas o adolescentes en cuestión padecen de otras problemáticas en medio de las cuales el juego viene a ser un portavoz que hace visible esa situación: ¿le podemos echar entonces la culpa al videojuego? Pareciera que no. Luego, la cuestión vinculada con el aspecto social tiene sus matices: de hecho, la Organización Mundial de la Salud, en el contexto de la pandemia desatada por el COVID-19 ha recomendado que los niños jugaran juegos sociales para combatir el aislamiento.
De hecho, tanto los videojuegos de la actualidad como las redes sociales, son valiosos espacios de socialización en la que los chicos y las chicas buscan estar con otros. Esto naturalmente no debe ir en detrimento del contacto físico cotidiano con el entorno. El mundo online y el mundo offline en realidad no son ámbitos opuestos: para los chicos, se trata de una continuidad online que tiene momentos en las pantallas y momentos por fuera de ellas. Finalmente, el contacto con desconocidos es un riesgo que se debe atender: así como establecemos como adultos ciertas precauciones a la hora de salir solos a la calle, ¿por qué no hacerlo también en la vida online?
En definitiva, la mejor estrategia que podemos implementar para que nuestros hijos desarrollen una vida segura y saludable en las pantallas es el diálogo: hablar con ellos sobre los riesgos y amenazas, pero también de sus logros y las expectativas que tienen sobre esta nueva manera de sociabilidad, para que la puedan disfrutar a pleno sin dejar de atender las otras realidades que forman parte de su vida.
Desde el proyecto educativo de Apdes Pilar buscamos acompañar a los padres año tras año en la tarea maravillosa de educar a sus hijos.
Conocer a cada hijo, saber observarlo, escucharlo y orientarlo según su edad es un gran desafío que invita a crecer y aprender a vivir la maternidad y paternidad.
Nuestro propósito es vitalizar a las familias desde la educación escolar de sus hijos. Estos encuentros sin duda colaboran y fortalecen los vínculos Familia – Colegio.
Los invitamos a ver la charla completa en nuestro canal de Youtube