CASARSE EN CUARENTENA, ¿FUE MISIÓN IMPOSIBLE?
Por Agustina Arguello Pitt – 1era Promoción Colegio El Torreón-
Definitivamente para algunos no. Los seis casos que conoceremos nos demuestran que cuando algo se desea con mucho amor y convicción, todo es posible.
Los personajes principales de estas celebraciones son seis matrimonios, cada uno de ellos tiene algo en común y es que se casaron en plena cuarentena y son exalumnos de los Colegios El Torreón y Cinco Ríos.
Desde los colegios salimos a su encuentro para que nos contaran el paso a paso que los llevó a dar el ¡SI quiero y hasta que la muerte nos separe!.
Casamiento de Clara Roberts y Mariano Fassi
El casamiento de Clara Roberts y Mariano Fassi se suspendió 7 días antes del gran acontecimiento: “una vez que empezó la cuarentena no nos vimos por casi un mes. Esa etapa fue una de las más difíciles, pasar de estar a unos días de casarnos a no vernos por tanto tiempo fue algo realmente difícil de procesar. Pero en medio de todo esto, con ayuda del sacerdote que nos iba a casar (quien es también muy buen amigo nuestro) pudimos ir entendiendo desde la lógica de Dios lo que nuestra lógica no podía explicar. Pero esa decisión difícil nos trajo muchas alegrías, como la presencia de la gente que nos quiere de maneras creativas y sorprendentes, o poder vivir el sacramento con tal simpleza que no había nada más de que preocuparse”…
Casamiento de María José Irazusta y Agustín Guagliano.
A Majo Irazusta y Agustín Guagliano la cuarentena no los sorprendió con la “guardia baja” como dice Agus…“Para prepararnos espiritualmente primero hicimos el cursillo matrimonial de la parroquia donde nos casamos que fue muy bueno. Intentamos compartir algunos momentos para rezar juntos como la Misa y el Rosario; y cuando decidimos darle para adelante en plena cuarentena arrancamos un libro para consagrarnos a la Virgen que terminamos el mismo día que nos casamos”.
Casamiento de Mercedes Palavecino y Pablo Estruga.
A pesar de lo sombrío que podía ser la situación, Mechi Palavecino y Pablo Estruga se quedaron con las anécdotas divertidas que vivieron en la previa. “Prácticamente nos faltaba todo: la iglesia donde nos casábamos estaba cerrada, no teníamos certificados de bautismo, expediente matrimonial, ni hablar de alianzas y vestido. Habíamos decidido casarnos a fin de diciembre, lo comenzamos a organizar en febrero y en marzo cerró el país.” Julio fue el mes elegido para casarse. “Conseguimos los números de los sacerdotes de las parroquias donde nos habíamos bautizado y nos hicieron los certificados; uno de ellos ¡incluso se vino en bici a casa a traérnoslo!. Por ese tiempo, las joyerías abrieron (lo menos esencial del planeta, pero clave para nosotros), e inmediatamente fuimos a hacer las alianzas. En cuanto al vestido, la que me hacía el vestido no estaba trabajando, pero encontramos unas chicas que hacían ropa para civil y que, como todavía no estaban abiertos los locales, me dijeron que eligiera todo lo que me gustaba de la página, me lo trajeron a casa para probármelo y por video llamada fuimos tomando las medidas”….
Pero, ¡sorpresa! Vuelta a la fase 1 en AMBA el 1º de julio. Todos sacamos permiso para circular y armamos la logística para llegar a la iglesia. Pablo a la mañana fue a buscar el pedido de comida para el festejo de después que fue en casa de mis papás. Por prudencia solo estuvo la familia de Mechi, al día siguiente festejaron con la familia de Pablo.
Fue una ceremonia increíble, muy emocionante. Pudimos vivir y recibir a pleno la gracia del sacramento, era Jesús el centro de todo, como en Caná.
Casamiento de María Ferrara y Santiago Posse
Cuando les preguntamos a María Ferrara y Santiago Posse sobre el impacto que les causó enterarse que se decretaba la cuarentena y el aislamiento social respondieron: “La verdad es que ya lo esperábamos. Llegaban noticias desde Europa y ya habían empezado a aparecer los primeros casos de COVID-19 en viajeros que volvían a Argentina del exterior, entonces ya se venía manejando la posibilidad de que se dictara la cuarentena. De hecho días antes, ya nos habían confirmado la suspensión del casamiento, cuestión que fue al menos una certeza entre tanto desconcierto. Así, ese día jueves 19/03, se anunciaba que a partir de las 00:00 hs. del viernes, comenzaba la famosa cuarentena. Unas horas antes del anuncio se comunicaron desde la Iglesia con María consultándole si nos queríamos casar esa misma tarde del jueves. Cuando me llamó y me preguntó, la respuesta fue instantánea, ¡si quiero! Fue el primer momento en el cual sentí que algo de todo lo que intentábamos salía y se concretaba. Con un millón de limitaciones y con una ceremonia que vamos a recordar siempre, se terminó celebrando a las 16:30 el ansiado casamiento. Después de eso una pequeña reunión con nuestros familiares más cercanos -a modo de festejo-, para luego (y antes de las 12) cargar la ropa de María y mudarnos juntos. Así empezamos. Con el diario del lunes, te digo que fuimos muy felices en la “luna de miel” en nuestra nueva casa. Hoy nos damos cuenta que no necesitábamos nada más.
Casamiento de María Candelaria Ruiz Córdoba y Máximo Cornet
En un lenguaje sintético, pero por eso no menos contundente, Máximo Cornet y María Candelaria Ruiz Córdoba (los dos exalumnos de ambos colegios) compartieron con nosotros la siguiente reflexión: “El casamiento tiene mucha más emociones y sentimientos de felicidad de lo que esperábamos! Ese fue, por lejos, el momento más feliz de nuestra vida”.
Casamiento de Guadalupe Olmedo y Francisco Luján.
Guadalupe Olmedo y Francisco Luján nos cuentan: “Pasamos por mucha incertidumbre, como todos, ¡a nosotros nos tocó con el casamiento! Al principio muchas idas y vueltas, tomar decisiones, ¡volver adelante y atrás! Pero esto nos hizo ver lo más importante: ¡decirnos SÍ ante Dios, para siempre! La ceremonia fue un regalo inmenso de Dios, Iglesia semi vacía, pero con la presencia de Jesús como centro, que lo llena todo. También todos nuestros familiares y amigos, a través de la pantalla y la oración.
Totalmente agradecidos con Dios por habernos regalado este casamiento! No lo cambiaríamos por nada!”
Sin lugar a dudas que los seis matrimonios que entrevistamos tuvieron que sortear un sin número de dificultades, dejaron atrás meses de preparación de fiesta y luna de miel, vivieron en soledad, aunque acompañados por sus familiares más íntimos, de este acontecimiento que en la vida suele ser recordado como de los más importantes. Cambiaron la copa de champagne por un par de barbijos; ¡y no dudaron en hacerlo ni por un segundo!
Ya vendrán nuevos aires y se dará la oportunidad para celebrar con amigos y familiares. El primer y el más importante de los pasos se dio y fue contra viento y marea. ¡Les enviamos nuestras más cálidas felicitaciones!