¿Puede un niño de jardín jugar al Ajedrez?
El ajedrez llegó al jardín para quedarse. “Se trata de un juego sumamente enriquecedor, que promueve la construcción de numerosos aprendizajes en los niños. Les permite a nuestros alumnos trabajar áreas muy diversas entre sí, de manera integrada y complementaria”, explica Dolores Frontera, vicedirectora del Jardín Torreón de los Ríos.
La clase de arte con Miss Jose (Cáceres) fue el disparador. Los chicos personificaron y elaboraron las piezas, descubrieron los movimientos y exploraron cada detalle del juego ayudados de un tablero gigante pintado en el S.U.M (salón de usos múltiples) del jardín.
“Jugamos con el cuerpo. Con máscaras que hicimos para actuar cada una de las piezas, nos disfrazamos y hacemos juegos de imitación con el cuerpo. La seño hace un movimiento y ellos copian. Si hago de caballo saben que salta en forma de “L” con dos movimientos: primero, dos pasos a la derecha, o luego, dos a la izquierda. Si hacemos de alfil, hacemos como una “y” con los brazos”, describe Miss Majo.
El objetivo es poder vincular progresivamente el aprendizaje de este juego con la dramatización, la expresión gráfica, la vivencia corporal de los desplazamientos. Luego se trasladan al tablero de mesa y al plano vertical. Los criterios del ajedrez guían la propuesta metodológica del jardín, siguiendo criterios imprescindibles y evidentes de entrecruzamientos con otras áreas curriculares (Matemática, Lengua, Plástica, Educación Física, el Pensamiento Computacional etc.).
¿Cómo el ajedrez facilita las habilidades y las competencias?
En el juego no hay edades y son muchas las posibilidades del ajedrez. Es un juego de estrategia en el que ambos jugadores están en igual situación al comienzo de la partida y cada jugador debe pensar y resolver qué alternativa resulta más conveniente.
Organizar esas piezas en el tablero permite ejercitar múltiples relaciones espaciales entre los objetos y ayuda a desarrollar el freno inhibitorio y la capacidad de espera. También desde los aspectos socio-emocionales nos brinda la oportunidad de aceptar los resultados, reconocer el error, entrenar la atención y desarrollar la concentración. Otro punto a destacar es la necesidad de seguir pautas y el respeto a las reglas.
También hay en el ajedrez un factor que despierta gran curiosidad en los niños: sus piezas representan a los personajes típicos de la vida en los castillos, lo que motiva a abrir un sinfín de oportunidades para aprender y conocer.
En el Ajedrez nadie queda fuera
Todos pueden aprender, no importa si necesitan más tiempo. Cuenta Miss Majo que con ellos tiene un refuerzo. “Les dedico un tiempo extra, porque quiero saber realmente en cada clase hasta donde llegan. Los llamo en personal y les digo: Esta es la torre, ¿dónde va la torre? y así, de la nada, me tienen que mostrar dónde va, cómo se mueve. Ellos se ponen contentos, les da seguridad para avanzar”. Y sintetiza: “En muy poco tiempo he visto mucho aprendizaje, profundo y transversal. No solo la imaginación y la creatividad, sino también en el mismo repaso, aprender a escuchar.”