El impacto de la Revolución 4.0
Innovación. Revolución tecnológica. El cambio exponencial. Las 6 D. La necesidad de formar a las personas para el futuro, sobre todo, formar para resolver los problemas humanos.
Fausto García es profesor hace 23 años de la Escuela de Negocios de la Universidad Austral (IAE) y desde hace 7 años trabaja sobre temas de Innovación. Compartimos una síntesis de la charla para padres acerca de la Revolución 4.0, organizada por Apdes.
¿Qué es la revolución 4.0?
Los modelos de negocios están cambiando cada vez más rápido. Después de la tercera revolución industrial todo está transformándose. Por ejemplo, entre 1910 y 1914, la automatización revolucionaba las industrias enteras, como ocurrió con la industria de automóviles. Luego, la industria de las computadoras y sistemas ciber físicos en donde las máquinas empezaban a almacenar información a una velocidad mayor que el cerebro humano. Entonces nos preguntamos ¿cuánto tiempo tardarán las máquinas en reemplazar al hombre?
Existen muchos ejemplos de ideas, que grandes empresas quisieron implementar en negocios pero, que no resultaron porque fueron pensadas para un mundo diferente. Además, las empresas fueron tomando conciencia de que el ¨poder¨ lo tienen los usuarios. El consumidor elige cómo, cuándo y dónde.
Ahora, nos encontramos en la era del cambio exponencial. Tendemos a pensar que las mejoras son lineales, pero la revolución tecnológica nos muestra que esa linealidad no se da. La tecnología, a veces, aparece por debajo de las expectativas o de las predicciones pero en un momento dan un salto exponencial que supera todo lo previsto. Ese es el estado actual en el que pensamos que las cosas no se dan; pero, si se dan de forma bastante más rápida de lo previsible. Las computadoras están provocando un acelere exponencial y en el mundo se están dando las 6 D:
- Digitalización, todo se digitaliza.
- Decepción, al principio la tecnología nos decepciona pero luego nos sorprende.
- Disrupción, cambios muy fuertes especialmente en los modelos de negocios.
- Desmaterialización.
- Desmonetización, se tiende a trabajar casi sin dinero, veamos, por ejemplo, las monedas virtuales.
- Democratización del acceso al conocimiento.
Estas 6D nos lleva a pensar: ¿puede el ser humano vivir a velocidades exponenciales? ¿puede aprender y desaprender en tan poco tiempo?
Ante esto, el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si profundiza en lo que llama: la cultura del descarte y del riesgo de no tener ecología en el corazón de las personas. Esa ecología empieza en lo que la persona ambiciona y, entonces, volvemos a preguntarnos: ¿Vale todo en la era exponencial?
Revolución educativa
Esta revolución también está influyendo en la educación, donde se ve el gran impacto que tienen los chicos en la capacidad de aprender.
Por ejemplo, Khan Academy tiene el concepto de la metodología de aula invertida; el proyecto School in the Cloud impulsado por Sugata Mitra -en la India profunda- donde se ve el enorme poder que da el acceso al contenido y el aprendizaje entre pares; o también, Coursera y el gran impacto que se busca virtualmente.
Y otros ejemplos de proyectos de acceso a las tecnologías para los niños como scratch o quick draw de google.
Ahora bien, la tecnología de por si no resuelve los problemas. Los grandes cambios tecnológicos necesitan de mucho humanismo. Por eso, los grandes inventores de este tiempo son formados en humanidades, gente que entiende de gente.
Innovación: desafiar los mapas mentales
Nos cuesta ver la innovación porque estamos acostumbrados a filtrar el mundo de determinada manera, a manejarnos con nuestros mapas mentales. La educación va a apuntar a desafiar cada vez más esos mapas mentales y a ayudarnos a pensar: ¿qué significa ser inteligente en la era de la inteligencia artificial?
No se trata de dinero. Se trata de las personas con quienes trabajamos en equipo, de cómo las lideramos y de cuánto entienden. Por lo que es conveniente preguntarnos: ¿Cómo estamos formando a las personas? Esta revolución no hay que encararla sabiendo solo de tecnología sino, sabiendo de personas.
Por eso, para este futuro que se nos viene, tenemos que poner el foco no solamente en formación tecnológica sino, en cómo formar a nuestra gente para resolver los problemas humanos, ya que esas cuestiones no las resuelve la tecnología sino las personas.
Muchas gracias Fausto García por ayudarnos a reflexionar sobre la revolución 4.0! Les dejamos un resumen de las ideas compartidas en este post Revolución 4.0