Consecuencias vs Castigos
Mucha gente cree fervientemente que el castigo y el rigor funcionan y estamos de acuerdo. Nunca diría que el castigo “no funciona”. El castigo funciona, ya que detiene inmediatamente una mala conducta, pero ¿sabemos cuáles son los resultados a largo plazo? A menudo nos dejamos engañar por los efectos inmediatos, pero a veces debemos tener cuidado con “lo que funciona” si el resultado final es negativo.
Consecuencias Vs Castigos
La consecuencia resultante de los castigos es que los niños generalmente adoptan una o las “cuatro ‘ERRES’ del castigo”
- Resentimiento: “esto es injusto no puedo confiar en los adultos”
- Revancha: “ellos ganan ahora, pero ya verán más adelante”
- Rebeldía: “haré exactamente lo contrario para probar que no tengo que hacerlo a su manera”
- Retraimiento: puede ser cobardía “la próxima vez no me atraparán” – reducción a la autoestima “soy una mala persona”.
Los niños no están conscientes de las decisiones que toman cuando son castigados; sin embargo, el comportamiento que sigue al castigo se basa en decisiones subconscientes. Por ejemplo, un niño puede decidir subconscientemente: “soy una mala persona” y continúa actuando como tal. Otro niño que toma la misma decisión puede volverse complaciente (adicto a la aprobación) para buscar el amor que cree no merecer, por esta razón los adultos deben estar más conscientes de los efectos a largo plazo de sus acciones en lugar de dejarse engañar por los resultados a corto plazo.
CUIDADO CON LO QUE FUNCIONA. ALTERNATIVAS AL CASTIGO
¿De dónde sacamos la loca idea de que para hacer que los niños se porten mejor, primero debemos hacerlos sentir peor? Pensemos en la última vez que nos sentimos humillados o tratados injustamente, ¿se sintieron con ganas de cooperar o de hacer mejor las cosas? Muchas veces en la educación de nuestros hijos, sobre todo a la hora de poner límites, usamos recursos que utilizaron con nosotros o reaccionamos impulsivamente, dejándonos llevar por el enojo e impaciencia del momento.
Los padres cuando no sabemos qué otra cosa hacer, variamos entre el control o la permisividad excesivos.
La disciplina positiva no incluye sentimientos de culpa, vergüenza ni dolor (físico o emocional) como motivadores. El propósito es lograr resultados duraderos, así como responsabilidad y cooperación.
Y como muchos padres creen que la única alternativa para abandonar el control excesivo es la permisividad es importante que definamos bien el concepto de disciplina. Se trata de una palabra mal usada; mucha gente cree que disciplina y castigo son lo mismo. La palabra disciplina viene del latín “discipulus” o discípulo, que significa seguidor de una verdad, de principios o de un líder venerado. Los hijos
no serán seguidores de verdad y principios mientras su motivación no nazca d
e un sitio interno de control, hasta que aprendan a ser auto disciplinados. Tanto los castigos como los premios provienen de un sitio externo de control.
Es por eso que hoy queremos brindarte algunas estrategias diferentes al castigo para que puedan empezar a implementar en sus casas con sus hijos y así poder ganar en este consecuencias vs castigos.
Como toda nueva implementación, lleva tiempo, paciencia y ganas. Nos buscamos resultados inmediatos sino cambios verdaderos
CONSECUENCIAS LÓGICAS Y NATURALES
Utilizadas adecuadamente, pueden ser un método efectivo y alentador para emplear con los niños.
CONSECUENCIAS NATURALES:
Es cualquier cosa que sucede sin la intervención del adulto. Cuando nos paramos bajo la lluvia, nos mojamos; cuando no comemos, sentimos hambre; cuando olvidamos nuestro abrigo nos resfriamos. Por eso para que la consecuencia natural cumpla su efecto educativo no se permite alardear. Los adultos alardeamos al sermonear, solemos decir “te lo dije” o cualquier otra cosa que genere culpa, vergüenza o dolor adicional al que ya sufrió el niño naturalmente con la experiencia. De hecho, alardear reduce el efecto del aprendizaje que puede ocurrir al experimentar una consecuencia natural. En vez de alardear tendremos que mostrar empatía y comprensión por lo que el niño está experimentando “apuesto que fue difícil pasar hambre, etc.” cuando aparezca apropiado, podés decir, “te amo y confió que podrás manejarlo”. Puede ser difícil para los padres ser solidarios con nuestros hijos sin rescatarlos o sobreprotegerlos, pero es una de las actitudes más alentadoras que podemos tomar para ayudarlos a desarrollar percepciones de capacidad y enfocarse en soluciones.
Será importante, decidir qué haremos y qué no lo que obligaremos hacer al niño. Debido a que las consecuencias naturales y lógicas son tan mal usadas daremos varios ejemplos en este artículo.
Jaime, un niño de primer año de colegio, olvidaba su almuerzo todos los días. La madre interrumpía sus múltiples actividades para llevarle el almuerzo a la escuela. Pero después de haber estudiado sobre las consecuencias naturales, ella decidió que Jaime aprendería, si experimentaba la consecuencia natural de olvidarlo.
Primero conversó con su hijo, informando que confiaba en que sería responsable. También le comunicó que no se lo llevaría si se lo olvidaba, sabía que él aprendería de sus errores.
Es importante y respetuoso discutir con los niños por anticipado, cuando planeamos cambiar nuestra conducta y permitir que experimenten las consecuencias naturales de sus elecciones.
Muchos adultos no son muy tolerantes ante los quejidos, las rabietas y desilusiones de sus hijos. Para la madre de Jaime no fue fácil escuchar a su hijo quejándose, y le fue muy difícil dejarlo experimentar su enojo. Sintió algo de culpa al saber que su hijo tenía hambre, pero recordó que olvidar el almuerzo era solamente un pequeño error, uno de los tantos que cometería en su vida. Si no continuaba con el plan, él no aprendería la habilidad de ser más organizado en las mañanas, y los buenos sentimientos de manejar por sí mismo un problema. En lugar de eso, aprenderá, que cada vez que las cosas no funcionen, él podría quejarse y entonces esperar que alguien más resolviera sus problemas. Viéndolo de este modo, la madre de Jaime pudo mantener la calma.
Aún cuando las consecuencias naturales son, a menudo, una manera de ayudar a los niños a aprender responsabilidad, hay momentos que no son recomendables:
1.- 1.- Cuando un niño está en peligro: los adultos no deben permitir que un niño experimente las consecuencias naturales por ejemplo, de jugar en la calle. Por eso en esos casos hay que tomarse el tiempo para entrenarlos. Los adultos necesitamos encontrar tiempo para entrenar a los niños, mientras estos maduran, pero es más útil y menos humillante utilizar las consecuencias lógicas, en lugar de castigos para ayudarlos a desarrollar responsabilidad.
En este caso, una consecuencia lógica sería llevar al niño al patio trasero cada vez que quiera correr en la calle, (otra vez diciendo lo que uno como adulto hará). Algunas personas lo llaman distracción. La supervisión, distracción y redirección son tres de las mejores herramientas que puedes utilizar con niños pequeños. Mientras tanto tomarnos el tiempo para entrenarlos hasta que el cerebro del niño madure lo suficiente para comprender el concepto de causa y efecto. Esto implica enseñarle cada vez que crucen la calle juntos los riesgos que existen.
2- Cuando las consecuencias naturales interfieren con los derechos de otras personas. Los adultos no deben permitir las consecuencias naturales de por ejemplo, dejar que el niño le tire piedras a otro, esta es una de las razones por las que la supervisión es especialmente importante con los niños menores de 4 años. para prevenir un incidente peligroso
3- Las consecuencias naturales no son eficaces cuando el resultado de la conducta de los niños no les parece, a ellos mismos, un problema, por ejemplo, para los niños no implica ningún problema si no se bañan, no se cepillan los dientes, no hacen su tarea o comen toneladas de caramelos.
CONSECUENCIAS LÓGICAS:
Son diferentes de las naturales ya que estas requieren la intervención de un adulto. Es importante decidir qué tipo de consecuencia crearía una experiencia provechosamente aleccionadora, que pueda motivar a los niños a elegir la cooperación responsable.
Comúnmente es bueno darle al niño la opción de detener su conducta o de experimentar una consecuencia lógica.
Si la consecuencia puede sentirse semejante a un castigo, es mejor que elija buscar una solución.
Darles opciones y conversar en privado sobre las consecuencias lógicas es una buena idea para no exhibirlos frente a sus compañeros o hermanos. Pero no son las únicas pautas para la aplicación de las consecuencias lógicas. Si así fuera, sería legítimo darles a los niños las opciones de detener su mala conducta o ser golpeados.
“Las cuatro “R” de las consecuencias lógicas” es una fórmula que identifica los criterios para asegurarnos que las soluciones son consecuencias lógicas y no castigos.
- Relación, la consecuencia debe estar Relacionada con la conducta
- Respeto, la consecuencia no debe implicar culpa, vergüenza o dolor y debe hacerse cordial y firmemente.
- Racionalidad, la consecuencia no debe implicar alarde de su parte y debe ser justa desde el punto de vista del niño y del adulto.
- Revelación anticipada, dejar que el niño sepa lo que va a suceder o lo que usted hará si elige determinada conducta
Si cualquiera de estas “4 R” no está presente en la solución, entonces ya no puede llamarse consecuencia lógica.
Si no somos respetuosos y añadimos humillación, ya no es consecuencia lógica. Por ejemplo: “me sorprende que hayas hecho una cosa tan tonta como esa”
Si no somos razonables con lo que decimos, ya no es consecuencia lógica. Por ejemplo: “Ahora que ensuciaste la mesa, limpia todas las mesas de la casa”
Si la racionalidad ha sido eliminada para dar paso al poder. Esto se da por la falsa creencia de que los niños solo aprenden cuando sufren.
Si la consecuencia no es revelada con anticipación es más fácil interpretarla como castigo. Revelar anticipadamente una consecuencia, cuando es posible, le añade dimensión de respeto y elección.
Cuando un niño derrama leche, la consecuencia lógica relacionada es que limpie. No hay respeto si decimos, “¿Cómo podés ser tan torpe? Es la ultima vez que te permito servir leche”. Un comentario más respetuoso sería, ¿Qué necesitás hacer al respecto?
Es sorprendente con qué frecuencia el niño conoce la consecuencia lógica y lo dispuesto que está a cumplirla, si se lo pedimos respetuosamente. Si no sabe qué responder, podría deberse a que no nos hemos tomado los adultos el tiempo para entrenarlo y, por lo tanto, su expectativa u orden no sería razonable. Manejar el asunto respetuosamente también demuestra que los errores son excelentes oportunidades de aprendizaje.
Si eliminamos una de las “cuatro R de las consecuencias lógicas” los niños pueden experimentar las “cuatro R del castigo”: resentimiento, revancha, rebeldía y retraimiento.
Otro nombre de la consecuencia lógica es la redirección, es muy efectiva cuando redirige al niño hacia una conducta útil y provechosa.
Los padres a veces tememos de llevar a cabo una sugerencia para cambiar la mala conducta en una conducta colaboradora, porque podemos tener la falsa creencia que eso es premiar y motivar al niño que continúe haciendo la mala conducta. La realidad es exactamente lo contrario y lo repetiremos varias veces, los niños son mejores cuando se sienten mejor, al igual que nos pasa a nosotros como adultos.
Es difícil usar las consecuencias lógicas porque requieren pensamiento, paciencia y autocontrol, es decir actuar en lugar de reaccionar para muchos adultos es más fácil pedir autocontrol en los niños que asumirlos nosotros mismos. También a veces como dijimos se ve el mal uso de las consecuencias lógicas y naturales, hace que se transformen en castigos solapados.
Un cambio de actitud puede ser necesario, en las primeras experiencias con la utilización de consecuencias lógicas podemos fallar, no ser cordial, ni firme, humillar, no anticipar, gritar y añadir “se los dije”, convirtiendo así la consecuencia lógica en castigo, pero no importa, se trata de intentar, de mejorar, de disculpar e ir descubriendo que hay formas más alentadoras y efectivas que los castigos.
Con el tiempo y perseverancia lograrán utilizar con mayor éxito las consecuencias lógicas, porque como decimos siempre, aprender los principios de la Disciplina Positiva no es algo que se logra de la noche a la mañana. Acordar anticipadamente con los niños, puede ser a través de juntas familiares y generando preguntas abiertas.
Las consecuencias lógicas no son la mejor solución para todos los problemas. Si no hay una consecuencia lógica obvia relacionada entonces es probable que su uso no sea adecuado en esa situación y por eso existen otros métodos que podrían ser más efectivos, como las juntas familiares, enfocarse en soluciones, crear rutinas, ofrecer opciones limitadas, pedir ayuda, enfrentar las creencias detrás de la mala conducta, decidir lo que haré yo como adulto y no obligar a mis hijos. Abrazar a veces puede ser una buena alternativa al castigo, y una vez todos calmos hablar de lo sucedido y ver qué podemos hacer en una próxima vez.
Recordemos que no aprendemos a ser padres de un día para el otro. La paternidad está llena de aciertos y errores y unas enormes ganas de ser un poco mejor cada día!