Niños y Niñas con mejor autoestima I Educar de una manera distinta
En la disciplina positiva padres y educadores encuentran un modo más eficaz y motivador de educar que ayuda al niño a desarrollar un mejor autocontrol, autoestima y confianza.
Seguramente muchas veces y más este año, hemos sentido que ser padres es una tarea demasiado desafiante, implica enseñar a nuestros hijos habilidades para la vida, que se sientan queridos e importantes, velar por su seguridad, y un largo etc.
La disciplina positiva es un programa de formación para los padres y educadores desarrollado por Jane Nelsen, basado en la filosofía de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, psicólogos interesados por el mundo del niño y su sano desarrollo.
La disciplina positiva se basa en el respeto mutuo, no utiliza el castigo para obtener el control, enseña, educa, prepara, entrena, modera, construye habilidades y se centra en soluciones. Es constructiva. Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para empezar a emplear la disciplina positiva, porque se basa en relaciones de respeto mutuo. Promueve un estilo educativo que integre la firmeza con el cariño y el respeto tanto para los adultos como para los niños, sin caer en el permisivismo ni recurrir a castigos.
Uno de los principales conceptos de la disciplina positiva es que nosotros, los padres, somos los que debemos aprender a cambiar, en lugar de pretender controlar y cambiar a los demás. Es por esto que es importante que, antes de querer controlar la conducta de nuestros hijos, intentemos controlar la nuestra decidiendo qué vamos a hacer en lugar de que voy a intentar que hagan mis hijos. Muchas veces el simple hecho de tomar distancia ante una dificultad ayuda a descartar asuntos sin importancia y concentrarse en lo que realmente nos interesa.
¿Por qué creemos que es buena la disciplina positiva?
Desarrollamos aquí algunas de las ventajas de la disciplina positiva que como padres consideramos más significativas:
- Nos ayuda como padres a tener herramientas concretas y sencillas para educar mejor y eficazmente a nuestros hijos.
- Nos da una mayor capacidad para manejar situaciones y a conocer mejor el mundo de nuestros hijos.
- Nos da una mayor confianza como padres a la hora de educar.
- Nos ayuda a motivarnos en la educación de nuestros hijos.
- Nos ayuda a fomentar el sentido común y sobre todo a generar mejores y duraderos vínculos con nuestros hijos.
Y a nuestros hijos, ¿en qué los ayuda la disciplina positiva?
- Los ayuda a que se sientan valorados y respetados
- A que acepten mejor las normas y así respetarlas.
- Les facilita lograr las habilidades necesarias para su vida
- Los ayuda a tener una sana autoestima
- A sentirse queridos e importantes
- Y sobre todo los ayuda y acompaña a desarrollar valores duraderos.
Sin embargo, nos puede pasar, cuando nos adentramos en este mundo de educar en positivo que confundamos algunos conceptos y tomemos como disciplina positiva cosas que no lo son. Por eso resulta necesario entender:
¿Qué no es la disciplina positiva?
- No es disciplina positiva estirar la paciencia. Cuando la educación de nuestros hijos se basa en cuanta paciencia tengo, esto hace que nuestra educación sea vulnerable y poco efectiva, porque como sabemos nuestra paciencia es finita, por lo tanto no podemos fiarnos de ella únicamente.
- Tampoco significa ser demasiado amables. Educar no es estar siempre contentos, divertidos y felices. Nuestros hijos necesitan padres reales para un mundo real. Necesitan padres que muestran que no siempre se puede lo que uno quiere y que papá y mamá también son imperfectos.
- Tampoco quiere decir que todo sea únicamente positivo. En esta mirada también se incluye la disciplina, los límites y el orden fundamentales para el desarrollo sano de cualquier niño.
- Tampoco se buscan resultados cortoplacistas, porque rápidamente nos frustramos. Aunque seguramente vayamos viendo pronto algunos buenos resultados, la disciplina positiva tiene mirada a largo plazo. Hoy es tiempo de siembra para luego ver los frutos.
- Tampoco significa que siempre tengamos que hacer algo ante cada problema que surja. En muchas ocasiones es necesario e importante que nuestros hijos aprendan de sus errores.
Por último resulta fundamental, como en todo lo que respecta a la educación de nuestros hijos, formarnos nosotros como padres. Si queremos implementar esta mirada de educar en positivo necesitamos capacitarnos, para que así no nos frustremos sin haber intentado lo suficiente y habernos formado convenientemente.
Para acompañarlos también en el verano con una propuesta de formación, los invitamos nuevamente a nuestro programa Verano en Positivo. Un espacio para aprender y compartir herramientas de disciplina positiva y disfrutar de este verano en familia.
Los esperamos para más información e inscripción en apdes.edu.ar/verano